Los impactos ambientales, económicos y sociales de
las inundaciones se pueden mitigar con un eficiente Plan de Gestión Ambiental
Una inundación es un evento devastador que causa
dificultades para las personas, afecta la zona productiva y el área natural del
territorio, como está sucediendo en Brasil, Paraguay y toda la zona del litoral
de la Argentina.
El impacto ambiental que tiene una inundación puede
ser difícil de recuperar, ya que al igual que las personas, los animales pueden
ser desplazados de su hábitat natural. Algunas veces su única alternativa es
abandonar el área e intentar adaptarse a un nuevo hábitat. Las inundaciones,
así como los incendios forestales y los deslaves –en otros desastres naturales-
alteran el paisaje de un territorio de forma permanente y ocasionan, en algunos
casos, la destrucción de una especie local.
Es decir que, el "desastre" natural no es
la inundación sino sus consecuencias, y depende de un eficiente Plan de Gestión
Ambiental poder minimizar muchos de los problemas ambientales, económicos y
sociales que se producen, después de que la inundación ha retrocedido.
Desde lo ambiental, por ejemplo, las áreas planas
que no tienen árboles o rocas para evitar la erosión son a menudo barridas. Los
campos agrícolas, que por lo general se ubican en las zonas planas, se destiñen
y los cultivos se pierden. Los contaminantes de los alcantarillados y otros
residuos puede que se arruinen en el suministro de agua, lo que produce un agua
que no es segura para su uso por los residentes. En el caso de Misiones, el
hábitat de la fauna silvestre en zona bosques afectados por las aguas también tienen
consecuencias, muchos animales se trasladan o quedan sin hogar. También pueden
desplazar a los animales tales como roedores y serpientes, llevando condiciones
potencialmente peligrosas tanto para los seres humanos como para los animales.
Desde lo económico, las inundaciones golpean a la
provincia de una manera muy fuerte. Los residentes que viven en las áreas
afectadas experimentan una carga financiera en la sustitución de los artículos
perdidos y en la reparación de sus hogares. Las empresas también sufren, no
sólo por la pérdida de propiedad, sino por la falta de clientes durante la
inundación y por un tiempo después de la recuperación. Los agricultores también
sufren la pérdida de sus cultivos.
Los pueblos y ciudades que se ven afectados por una
inundación llevan la carga financiera de la reparación de los edificios
públicos, carreteras y otras estructuras dañadas por las aguas de la
inundación. Las personas que se ven afectadas por las inundaciones también
pueden perder los salarios porque el negocio para el cual trabajan puede sufrir
daños o porque son incapaces de llegar al trabajo.
Las 10
inundaciones más devastadoras de Latinoamérica
Una inundación es un evento devastador natural que
puede causar dificultades para las personas, así como para la propia zona. Una
inundación puede destruir las pertenencias de una persona y los edificios y el
paisaje. El impacto que tiene una inundación puede ser difícil de recuperar.
Uruguay, 1959
Después de 29 días de lluvia ininterrumpida, se
desbordaron varios ríos en el país y ocasionaron la inundación más catastrófica
en la historia de Uruguay. Se decretó la conmoción interior en el país para
poder enfrentar la emergencia. La situación más crítica se vivió en el Río
Negro, donde miles de familias tuvieron que evacuar las zonas aledañas, ante el
inminente desbordamiento de una de las represas.
Argentina, 1983
La inundación se produjo en Victoria, Provincia de
Entre Ríos, dejando más de un millón de hectáreas anegadas. Las aguas
alcanzaron una altura de casi 8 metros y permanecieron en ese nivel durante
siete meses. A partir de ese evento emigraron la mayoría de los habitantes de
la zona, que ya había sido víctima de inundaciones en 1905, 1959, 1966 y 1982.
La Tragedia de
Armero, Colombia, 1985
La erupción del Volcán Nevado del Ruiz provocó el
deshielo del 10% de su cumbre nevada. Esto originó una poderosa avalancha de
lodo que sepultó por completo la población de Armero, la cual, al momento de la
tragedia, tenía 29 mil habitantes, de los cuales solo sobrevivieron 9.000. La
población de Chinchiná también resultó afectada. El rescate y la evacuación de
sobrevivientes alcanzó dimensiones épicas.
La Tragedia de
Vargas - Venezuela, 1999
Debido a fuertes precipitaciones de lluvia, se dio
un grave deslizamiento de tierras en los estados de Vargas, Miranda y Falcón.
La crecida de los ríos alcanzó un nivel histórico, causando el desbordamiento
de muchos de ellos. Los inmensos caudales de agua arrastraron sedimentos y
grandes rocas, generando gran destrucción a su paso. Los muertos se estiman
entre 10 mil y 30 mil.
Bolivia, 2002
Una densa masa de nubes, con una altura de 10 Km,
formada sobre La Paz, desató una granizada que duró hora y media. Los desagües
de la ciudad quedaron completamente taponados y eso originó la mayor inundación
de la historia en la capital de Bolivia. En total se registraron 69 muertes, 13
desapariciones y cerca de 5 mil personas damnificadas.
Haití y República
Dominicana, 2004
Torrenciales aguaceros desataron una inundación que
en Haití dejó cerca de 2 mil muertos y en República Dominicana unos 300
fallecidos. Los damnificados fueron decenas de miles de personas. La situación
más crítica se registro en la isla La Española. Las pérdidas superaron los 13
millones de Euros.
Inundaciones en
Tabasco y Chiapas – México, 2007
Uno de los mayores desastres naturales de México
que afectó a más de un millón de personas en total. El evento duró tres meses y
dejó casi destruida a la ciudad de Villahermosa. El fenómeno fue ocasionado por
un frente lluvioso. El 90% de los cultivos fue arrasado por la inundación, que
dejó incontables daños materiales. Se registraron 76 muertos.
Perú, 2008
Un fuerte temporal de lluvias causó la muerte a 59
personas y dejó damnificadas a otras 21 mil. Más de 200 mil familias tuvieron
que evacuar la zona de Cajamarca, Amazonas y Ucayali, debido al desbordamiento
de varios ríos. Otros 11 departamentos del país sufrieron efectos menores. El
número total de afectados fue de casi un millón de habitantes.
Río de Janeiro -
Brasil, 2011
A raíz de las fuertes lluvias en enero de 2011, el
estado de Río de Janeiro sufrió las peores inundaciones de su historia. El
número de víctimas mortales fue de 916 y hubo miles de damnificados. Las
ciudades más afectadas fueron Petrópolis, Teresópolis y Nova. La presidenta
Dilma Rousseff decretó tres días de luto nacional y el gobernador de Río de
Janeiro, otros siete.
Colombia, 2011
Un invierno histórico llevó a Colombia a sufrir la
inundación del 91% de su territorio. El saldo de muertos fue de 408 personas y
se estima que los damnificados llegaron a 3 millones de habitantes. De los 32
departamentos del país, 28 sufrieron los efectos de este fenómeno. El gobierno
indicó que se tardaría cerca de 10 años en reparar los destrozos.
Fuente: eHow
Educación y Ciencia, España / CEPAL -Comisiòn Económica para América Latina y el Caribe
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